Se propone incorporar la propuesta de un «Caserío» al entorno de la Plaza de Idiazábal, como lugar para celebrar múltiples actividades y eventos propios de la localidad, entre ellos su famosa feria de quesos.
En definitiva un «Caserío diáfano, con tres apoyos y cuatro lucernarios», y algunos recuerdos de las invariantes propias de las construcciones vascas en lo referente a materiales, colores y tratamiento general del volumen exterior e interior.